El pago de las hipotecas es, quizás, el mayor
desembolso económico al se enfrenta una persona durante su
vida. En términos hipotecarios el menor problema se agiganta
multiplicado por el número de cuotas mensuales en las que repercute.
Es por ello que la asesoría profesional es fundamental para resolver
cualquier incidencia o discrepancia sin quedar a merced de la
voluntad de la entidad financiera. Ana García ofrece ayuda
profesional que cubre todos los supuestos que pueden afectar a
un hipotecado: desde asesoría previa a la firma de las escrituras
hasta soluciones a los impagos.
Dar a leer un borrador de la escritura del inmueble a un profesional antes de firmarla ayuda a detectar las cláusulas abusivas que introducen a su favor las entidades financieras y que acaban siendo el germen que conduce al impago y la insolvencia.
Los largos periodos de tiempo en que los préstamos hipotecarios se amortizan (hasta 40 años en ocasiones) dan cabida a notables fluctuaciones en la situación financiera de los prestatarios, que en los peores casos impiden continuar con los pagos mensuales y acaban con una ejecución hipotecaria en la que se pierde el inmueble. Los servicios de Ana García incluyen las siguientes soluciones ante las dificultades para el pago, que se pueden negociar con la entidad financiera o exigir judicialmente cuando sea factible.
Del diálogo con el cliente y el análisis de su situación económica surgirá la opción más apropiada para la continuación del préstamo hipotecario, la cual debe ser comunicada a la entidad financiera y negociada solventemente con argumentos legales de peso.
Para minimizar daños, es importante recabar consejo legal lo antes posible, esto es, tan pronto como empiecen las dificultades en el pago, ya que muchos bancos y cajas de ahorro se han adherido voluntariamente a un código de buenas prácticas, al que se pueden acoger los clientes en dificultades, y que se traduce en un periodo de carencia (desde varios meses a varios años) en el que se deja de amortizar el préstamo y solo se pagan intereses (euríbor más 0,25 puntos porcentuales).
Cuando la ejecución hipotecaria está en marcha, todavía es posible invocar el código de buenas prácticas retroactivo (siempre que la entidad financiera se haya adherido al mismo).
Es conveniente resaltar que una vez que el banco o caja se ha
adherido al código de buenas prácticas, su cumplimiento
es forzoso y se puede exigir en los tribunales.
Las fluctuaciones financieras en la vida de una persona, en ocasiones, son de signo positivo. Es en estos casos en los que se puede rescatar una hipoteca que está siendo ejecutada. Es decir, se puede paralizar el desahucio, para seguir pagando las cuotas adeudadas.
Cuando el pago de las cuotas mensuales excede definitivamente la capacidad financiera del prestatario y, siempre que este cumpla unos determinados requisitos y la entidad financiera haya firmado el código de buenas prácticas, se puede entregar el inmueble a cambio de la extinción total de la deuda. En algunos casos, las entidades ofrecen al antiguo propietario un contrato de alquiler en el mismo inmueble.
Póngase en contacto con Ana García llamando al 605 865 952 o a través de estas direcciones.
